martes, 30 de enero de 2018

Collarines cervicales a la basura. Su uso en el esguince cervical.

- En cuando llegué a la Mutua con el collarín puesto, el médico me lo quitó y lo tiró a la basura.
Es lo que me ha dicho el paciente al que acabo de atender.
Hace unos días sufrió un accidente de tráfico. Le trajeron en ambulancia a mi Hospital y el médico de Guardia que le atendió le diagnostico esguince cervical y le puso un collarín cervical. Fue al día siguiente a su Mutua de Accidentes laborales (el choque fue yendo al trabajo, y por tanto un accidente laboral in itínere), y hoy ha venido a mi consulta por el seguro del coche.

¿Es correcto tirar a la basura un collarín que otro médico le ha indicado a un paciente que lo lleve?
La respuesta a esa pregunta no tiene discusión posible: no es correcto.
Supone una falta de respeto al médico que indicó el uso del collarín, un acto de prepotencia, una falta de educación... Y en la medida en que el paciente seguía con dolor de cuello que le aliviaba con collarín, que el accidente fue un choque de alta energía (a 70 Km/h), que todavía no se podían descartar absolutamente lesiones mayores que el esguince cervical (teniendo además en cuenta que ese médico de la Mutua no había visto aun las radiografías ni había explorado al paciente), se puede afirmar que ese acto de retirar el collarín y decir que no lo use más también podría considerarse una imprudencia o error médico.

¿Es bueno o malo usar un collarín tras un esguince cervical?
El collarín se utiliza habitualmente en la atención inicial en el paciente que ha sufrido un accidente de tráfico importante. Ante todo traumatismo cervical grave se debe sospechar fractura vertebral, y se debe inmovilizar al paciente para evitar que pueda hacer movimientos bruscos que podrían agravar el caso, o incluso ocasionar la muerte. Sin embargo, una vez que se ha descartado que exista fractura vertebral (habitualmente con radiografías), y transcurridas las 48 h de reposo recomendadas, se debe incentivar la movilidad cervical.

El collarín suple la función de estabilización de la musculatura cervical y su uso mantenido produce atrofia muscular por desuso. Además, tras un esguince se produce un espasmo reflejo de la musculatura que tira del cuello: si colocamos y mantenemos un collarín, esa deformidad se fija y se cronifica, retrasando el periodo de recuperación.
Cuando tras un accidente de ese tipo se inicia pronto la movilidad del cuello, mejora el esquema propioceptivo (sensaciones y equilibrio) y la circulación, disminuyendo la inflamación y el dolor.

Como norma general, puede usarse uno o dos días, no más de tres, e irlo retirándolo en periodos cada vez más largos, poniéndolo los primeros días mientras al llevarlo puesto se sienta alivio, o para ir en coche o en autobús si en el viaje aumentan los síntomas... No suele hacer falta ponerlo para dormir, salvo que al estar acostado se note mucho alivio con él puesto y se note malestar sin el collarín.
Pero no siempre hay que poner collarin: si el paciente aguanta bien sin el collarín, y si no tiene mucha rigidez, no es necesario ponerlo. Si un collarín causa molestias al llevarlo puesto y esas molestias se alivian al quitarlo, lógicamente no debe ponerse collarín. Y si al retirar un collarín que molesta aparecen otras molestias, quizá deba buscarse otro modelo de collarín que sea más anatómico o adaptado al caso.

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